Una amenaza, no una solución

Aunque a menudo se considera una solución a la creciente demanda de productos pesqueros, la acuicultura carnívora —el cultivo de especies acuáticas que dependen de piensos para su sustento— está sometiendo a una presión insostenible a las poblaciones de peces silvestres, ya sobreexplotadas. Un problema que la expansión de estas granjas no hace más que agravar.
La expansión de la industria pesquera con la introducción de nuevas especies, como el pulpo, según destaca nuestro informe, debilitaría la resiliencia de los ecosistemas marinos y la seguridad alimentaria mundial. El pienso para los peces y pulpos de piscifactoría se produciría explotando zonas de pesca en África occidental, Sudamérica y el sudeste asiático, lo que pondría en grave peligro el suministro alimentario y económico de las comunidades locales.

Puntos clave incluida en el informe:

España se abasteció de piensos para peces de 26 países en 2020, la mayor cadena de suministro de Europa.
Los pulpos criados en cautividad podrían llegar a consumir hasta 90 700 toneladas de pescado salvaje al año en 2040, lo que equivale a 7000 millones de ejemplares, agravando la sobreexplotación de las poblaciones de peces.
Se prevé que la acuicultura carnívora en la UE crezca un 30 % para 2040.
La demanda de pescado capturado en estado salvaje en la UE podría crecer un 70 % para 2040, hasta alcanzar los 2,5 millones de toneladas, lo que supone hasta 192 000 millones de peces capturados al año.
En Europa, desde 1985 se han introducido 78 especies adicionales en las granjas, de las cuales el 70 % depende de piensos de origen animal.
España y el Reino Unido son los dos mayores países en cuanto al crecimiento de la acuicultura, con un aumento de más de 2800 toneladas al año.

Crueldad inaceptable

Coincidiendo con la publicación del informe, hemos difundido un nuevo vídeo grabado de forma encubierta que muestra el cruel método de sacrificio que Nueva Pescanova pretende utilizar en su primera granja de pulpos en Gran Canaria, España. El vídeo muestra pulpos capturados en su hábitat natural que sufren una muerte lenta y agonizante, sumergidos a la fuerza en una mezcla de agua y hielo, en la que tardan al menos diez minutos en morir.

La acuicultura de especies carnívoras en el punto de mira