Una nueva investigación, recientemente publicada, socava el argumento de la industria agropecuaria de que la intensificación "sostenible" es la mejor manera de atajar el impacto del sector ganadero en la crisis climática.

Esta intensificación -que implica aumentar el número de animales y criarlos en espacios más reducidos- dista mucho de ser sostenible. Causa más sufrimiento a los animales y no resuelve muchos de los problemas medioambientales que provoca la ganadería intensiva, como la deforestación y la pérdida de fauna salvaje.

El nuevo estudio de la Universidad de Harvard, Options for a Paris-compliant Livestock Sector, encuestó a más de 200 de los principales científicos del mundo especializados en clima, alimentación y agricultura, incluidos los que contribuyen a los principales informes internacionales sobre el clima y asesoran a los gobiernos. El estudio muestra que una abrumadora mayoría no considera que la intensificación sea una solución para atajar la crisis climática.

Los resultados fueron claros:

Casi el 80% de estos expertos coinciden en que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del sector ganadero en los países de renta alta no debe lograrse a costa del bienestar animal.
El 90% cree que reducir el consumo de carne es la medida más eficaz para disminuir las emisiones de la ganadería. También consideran fundamental reducir el número de animales en todo el mundo (87%).
Un contundente 92% está de acuerdo en que reducir las emisiones del sector ganadero es importante para limitar las temperaturas a un máximo de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

En palabras de Sarah Ison, nuestra Directora de Investigación: "Durante años, la industria agropecuaria ha impulsado la "intensificación sostenible" como solución mágica para seguir produciendo grandes volúmenes de carne y productos lácteos y, al mismo tiempo, abordar supuestamente los problemas climáticos.

"Sin embargo, la realidad es que la intensificación dista mucho de ser sostenible. Es una distracción deliberada y sencillamente inadecuada, ya que no sólo causa más crueldad animal, sino que no aborda todos los problemas que crea el confinamiento de los animales en espacios reducidos. Entre ellos, el mayor riesgo de aparición de virus como el de la gripe A (gripe porcina y aviar), su contribución a la resistencia a los antibióticos en las personas, así como la pérdida de fauna salvaje y la deforestación, sobre todo de las tierras utilizadas para producir piensos."

Debemos poner fin a la cría intensiva de animales

Sustituir el ganado por pollos o peces, como sugieren algunos, no hace sino aumentar el número total de seres sensibles que sufren en los sistemas intensivos. El enfoque que no sólo ayuda a abordar la crisis climática, sino que también mejora la salud humana, animal y planetaria, es la eliminación gradual de la ganadería industrial y el paso a una ganadería regenerativa y positiva para la naturaleza, junto con alternativas innovadoras a los productos animales convencionales.

Esto mejoraría la salud animal, reduciría el riesgo de enfermedades que perjudican tanto a los animales como a las personas, ayudaría a preservar los antibióticos para uso humano y disminuiría sustancialmente la pérdida de biodiversidad, además de poner fin a la deforestación.

Sarah concluyó: "Sólo una transformación holística y radical, que incluya el fin de la ganadería industrial, será suficiente para atajar el problema climático y garantizar un futuro saludable para los animales, las personas y nuestro planeta, antes de que sea demasiado tarde."

Pasa a la acción

Firma ahora nuestra petición END.IT

Los expertos coinciden en que la intensificación no resolverá la crisis climática