Hoy, 16 de mayo, presentamos un nuevo informe que desmonta los mitos utilizados para mantener viva la industria mundial de la ganadería industrial, y a las grandes industrias agrícolas -conocidas como "big ag"- que ganan miles de millones con sistemas crueles para los animales, perjudiciales para nuestra salud y que están acabando con nuestro planeta.

El informe "Ganadería industrial: ¿Quién se beneficia? Cómo se mantiene a flote un sistema ruinoso", pone de relieve los siete principales sectores que se benefician de la agricultura intensiva, al tiempo que bloquea los cambios necesarios para que la ganadería aumente el bienestar, mejore la salud y sea positiva para el clima y la naturaleza.

Mitos destructivos

Aunque mucha gente conoce las actividades de las grandes empresas proveedoras de carne, las industrias que apoyan la ganadería industrial -conocidas como "proveedoras de insumos"- han escapado en gran medida a la atención.

Estos grandes proveedores de insumos son: los fabricantes de jaulas; el sector de los productos farmacéuticos para animales; el sector de los pesticidas; los grandes comerciantes de cereales; los productores de piensos; el sector de la genética animal; y el sector de los fertilizantes. Tienen un inmenso poder financiero y político que utilizan para bloquear los cambios políticos que tan desesperadamente necesitamos para transformar nuestro destructivo sistema agrícola en uno que funcione en armonía con los animales, las personas y el planeta.

El informe pone de relieve y desmonta los mitos utilizados por estas "grandes industrias agrarias" para presentar la ganadería industrial como una práctica necesaria, que les ayuda a mantenerse a flote. Entre ellos se incluyen:

Mito: “La ganadería industrial es necesaria para alimentar al mundo”
Realidad: Producimos mucha más comida de la necesaria para alimentar a la creciente población mundial, pero gran parte se pierde o se desperdicia, y enormes cantidades de cereales comestibles para el ser humano -como el trigo, el maíz y la soja- se destinan a animales criados en granjas.

Mito: “La ganadería industrial nos proporciona alimentos baratos”
Realidad: Aunque la carne y la leche de las granjas industriales son baratas en la caja del supermercado, la sociedad paga caro los enormes costes de la ganadería industrial para la salud humana y el medio ambiente, como la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad, el uso excesivo de antibióticos, las emisiones de gases de efecto invernadero y el aumento del riesgo de pandemias mortales.

Mito: “Los animales criados en granjas industriales, como cerdos y pollos, emiten pocos gases de efecto invernadero”
Realidad: Los cerdos y los pollos producen grandes cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero, mucho más que los alimentos de origen vegetal.

En palabras de Peter Stevenson, nuestro Jefe de Asesoría Política y autor del informe: “Es inconcebible que, ante las pruebas científicas de los efectos destructivos de la ganadería industrial, haya grandes industrias que no sólo ignoran las pruebas y anteponen el beneficio a los animales, las personas y el planeta, sino que además obstaculizan los esfuerzos de transición a sistemas sostenibles que nos beneficien a todos.

“Es necesario que se asuman responsabilidades por la destrucción que está causando la agricultura industrial. No se puede permitir que un puñado de grandes empresas sigan obteniendo enormes beneficios a costa de los animales, de nuestra salud y de la propia existencia de nuestro planeta.

“Necesitamos un Acuerdo Global sobre alimentación y agricultura para transformar nuestro sistema alimentario, antes de que sea demasiado tarde, e instamos a cualquiera que se preocupe por los animales y por el futuro de nuestro planeta a que firme nuestra petición para acabar con la ganadería industrial en END.IT.”

Pasa a la acción

Para más información y para firmar nuestra petición para acabar con la cría intensiva de animales visita www.END.IT

¿Quién se beneficia? Adiós a los mitos de las grandes corporaciones agrícolas "Big Ag"